Tiempo después, mientras seguíamos el tedioso y complejo proceso de Residencia Canadiense, a menudo escuchaba esta canción que de alguna manera y sin tener relación con el proceso, me daba ánimos, me recordaba el objetivo y me permitía no perder la esperanza. Obviamente, mi esposa y yo veíamos fotos y videos de Canadá para mantener esa “chispa”.
El tiempo pasó, y casi 4 años después obtuvimos la Residencia, cuando tuve el pasaporte en mis manos con la Visa de entrada, fui a mi computadora y puse de nuevo la canción que tanto me había ayudado a permanecer firme. Esta es la canción: